El Ácido mandélico es un tipo de alfa-hidroxiácido (AHA) derivado de las almendras amargas. Es conocido principalmente por sus propiedades exfoliantes y antimicrobianas, y se utiliza comúnmente en productos de cuidado de la piel.
Componentes Clave:
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Ácido Mandélico: Es el componente activo principal que deriva de las almendras amargas.
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Humectantes (ácido hialurónico) Se añaden a menudo a los productos con ácido mandélico para hidratar la piel y contrarrestar el potencial secado de los exfoliante.
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Antioxidantes (como la vitamina E o el té verde): Pueden añadirse para complementar los beneficios del ácido mandélico, protegiendo la piel de los daños causados por los radicales libres y potenciando las propiedades anti-envejecimiento.
Beneficios del Ácido Mandelico:
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Exfoliación suave: El ácido mandélico es un alfa-hidroxiácido (AHA) que exfolia suavemente la piel al descomponer las células muertas que se acumulan en la superficie.
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Controla el acné: tiene propiedades antibacterianas que ayudan a combatir las bacterias responsables del acné.
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Reducción de la hiperpigmentación: Este ácido es eficaz para tratar problemas de hiperpigmentación, como manchas oscuras, melasma y manchas solares.
- Anti-envejecimiento: promueve la producción de colágeno, una proteína clave para mantener la elasticidad y firmeza de la piel.
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Adecuado para pieles sensibles: A diferencia de otros exfoliantes químicos como el ácido glicólico o el salicílico, el ácido mandélico es mucho más suave, por lo que es ideal para personas con piel sensible o aquellas que son propensas a irritaciones o enrojecimiento.
Uso como Add-On:
El Ácido mandelico se puede utilizar como un complemento (add-on) en tratamientos faciales, potenciando los resultados del facial al ofrecer una exfoliación adicional y un efecto de rejuvenecimiento.